Nómadas digitales

Nómadas Digitales. El Fenómeno y su Impacto en América Latina.

La pandemia de COVID-19 impulsó una revolución laboral sin precedentes, popularizando el trabajo remoto y dando origen a una nueva categoría de trabajadores: los nómadas digitales. Estas personas, con la libertad de desempeñar sus funciones desde cualquier rincón del planeta, han abrazado un estilo de vida envidiable, trasladándose de una ciudad a otra en busca de experiencias enriquecedoras y un costo de vida asequible.

Para muchos, la idea de trabajar desde una playa paradisíaca o una capital vibrante mientras su salario se estira al máximo es un sueño hecho realidad. Yo mismo vivo como un nómada digital en Portugal, aunque no sea con una visa formal. Muchos países, en Europa y América, están estableciendo leyes y regulaciones para aprovechar esta forma de trabajo que ha sido impulsadas por la tecnología.

Sin embargo, este fenómeno ha desatado un acalorado debate en torno a su impacto en las comunidades locales, particularmente en lo que respecta al acceso a la vivienda y la preservación de la identidad cultural. En este escrito, vamos a explorar el caso de América Latina.

El Atractivo de América Latina

Según el portal Nomadlist, algunas de las ciudades más populares entre los nómadas digitales se encuentran en América Latina. Buenos Aires, Ciudad de México, Medellín, Querétaro y Río de Janeiro encabezan la lista de destinos favoritos, gracias a su vibrante cultura, exquisita gastronomía y un costo de vida relativamente bajo en comparación con otros países en Latinoamérica.

Ciudades favoritas para nómadas digitales

Esta afluencia de trabajadores remotos ha inyectado un impulso económico significativo en la región. De acuerdo con cifras de Airbnb, solo en 2021, el gasto de los huéspedes generó 4.5 mil millones de dólares en sueldos, salarios y otros ingresos laborales en diversos sectores de América Latina y el Caribe.

La Gentrificación: Un efecto colateral

Sin embargo, esta ola de nómadas digitales también ha desatado preocupaciones sobre la gentrificación y el encarecimiento de la vivienda en algunas áreas. En ciudades como la Ciudad de México, la creciente demanda de viviendas en colonias como Roma, Condesa y Polanco ha disparado los precios inmobiliarios, provocando la expulsión gradual de los residentes históricos.

Juan Carlos Zentella, director de Local and Global Ideas, un centro de investigación sobre temas territoriales, urbanos y ambientales, explica:

La llegada de nómadas digitales induce a la gentrificación y al incremento en las rentas. Los propietarios, viendo la oportunidad de obtener mayores ingresos, no renuevan los contratos a los inquilinos originarios, sino que buscan nuevos inquilinos a través de plataformas como Airbnb, con precios que duplican o triplican el original.

Juan Carlos Zentella

El Debate sobre la Vivienda Accesible

Andrés Olaya, analista de políticas públicas, señala que el trabajo remoto ha permitido que jóvenes de clase media de países ricos pasen a ser de clase alta simplemente cambiando de país. Esto incide en la popularidad de las viviendas en sectores centrales y con mejor cobertura de servicios, ya que estos trabajadores pueden pagar mejores inmuebles con sus salarios en dólares o euros.

Los mensajes de búsqueda de vivienda en grupos de Facebook de nómadas digitales se han multiplicado en América Latina, reflejando la creciente demanda. Frases como «Trying to find a month to month rental in…«, «Looking for an apartment…» y «Planning to work from…» son cada vez más comunes.

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En un esfuerzo por atraer a estos trabajadores remotos, más de 40 países en el mundo, incluyendo Brasil, Costa Rica, Panamá, Curazao, Belice, México y Colombia, han creado visas especiales para «nómadas digitales» o «freelancers» entre 2021 y 2022.

El disfrute de los nómadas digitales

Estas visas suelen exigir un mínimo de ingresos superior al ingreso promedio del país, un seguro de salud y la condición de no trabajar para una empresa local, con el fin de no afectar el mercado laboral. Sin embargo, Olaya advierte que no hay una forma de control para evitar que su presencia impacte en el mercado inmobiliario.

Buscando Soluciones Equilibradas

Zentella y Olaya coinciden en que la solución deseable implicaría que los Estados tuvieran una determinada provisión de vivienda social sobre la que puedan controlar los precios, similar al modelo vigente en Viena, Austria.

Sin embargo, reconocen que esta opción puede ser desafiante para países como México o Colombia. En su lugar, sugieren limitar el número de viviendas que en cada barrio se destinan a estadías de corta duración, «para que no sean solo para turistas y nómadas digitales».

Estos controles podrían aplicarse, según Olaya, a través de la colaboración de las mismas plataformas. Además, promover el derecho a la centralidad y el acceso a servicios en áreas céntricas es una tarea urgente para los gobiernos locales.

A pesar de las preocupaciones, Zentella destaca que los nómadas digitales contribuyen significativamente a la economía local al consumir en negocios, cafés, tiendas y mercados, representando una importante derrama económica.

Además, el alquiler de viviendas o cuartos a través de Airbnb es un sustento importante para muchas familias, y el fomento del turismo significa ingresos para diversos sectores.

La clave para los nómadas digitales

El fenómeno de los nómadas digitales en América Latina ha traído consigo tanto oportunidades como desafíos. Mientras que su presencia ha inyectado un impulso económico invaluable, también ha exacerbado problemas preexistentes, como la gentrificación y el acceso a la vivienda asequible.

La clave para abordar este dilema radica en encontrar un equilibrio entre aprovechar los beneficios económicos y proteger los intereses de las comunidades locales. Esto requerirá un esfuerzo conjunto entre los gobiernos, las plataformas de alojamiento y los propios nómadas digitales, para garantizar que el crecimiento económico no se logre a expensas de la identidad cultural y la accesibilidad a la vivienda. Tal vez no sea fácil, pero es necesario comenzar con estos tres actores para encontrar un equilibrio.

Solo a través de un enfoque inclusivo y sostenible se puede lograr garantizar que el sueño de los nómadas digitales no se convierta en una pesadilla para los residentes locales. Hay que buscar el modo que sea una simbiosis fructífera para todos los involucrados.

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